"Todo cuerpo persevera en su estado de reposo
o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser en
tanto que sea obligado por fuerzas impresas
a cambiar su estado."
Primera Ley de Newton
Así que arranqué una hoja y me puse a escribir, si bien mi letra es ilegible por naturaleza, así la escriba en un estado de levitación y calma absoluta, el hecho de ir en un bus mientras escribo aumentaba su ilegibilidad hasta límites insospechados, al punto que llegue a creer que mi sueño de escribir en rúnico se había vuelto realidad. Y son eso, los sueños los que me traen y obligan a desahogarme de esta manera, los sueños; maldito invento del hombre moderno, la excusa infinita e inevitable para la conservación del ser, esos sueños, que se me hacen inalcanzables y me obligan a escribir como compositor de pop contemporáneo, son los que han hecho que por primera vez me vea en la necesidad incontrolable de exorcizar estas palabras sobre un papel antes de poderlas digitar sobre mi confiable y siempre fiel teclado.
Incluso es tal el descontrol, desasosiego e inconformismo que no puedo detener este lapicero de ninguna manera, mientras él desinteresadamente me ayuda a canalizar mis ideas inconclusas, o más bien debería decir abortadas, pensamientos que en algún momento podrían volverse ideas, las mismas que me impedirían seguir soñando, que me aterrizarían a una realidad que no concibo, pues a veces vivo satisfecho y feliz en un mundo imaginario y aparentemente eterno, en el cual el tiempo ha perdido protagonismo, en el cuál he logrado asesinarlo, mi mayor enemigo, el que me está dejando calvo, el que no me ha permitido vivir, el que me impide salir de este sueño eterno, del cuál obviamente aún no despierto, y a pesar de que su configuración temática y argumental se empeñe por parecerse a la de una pesadilla, sigo dormido, y no quiero que acabe, por eso estas palabras; es una necesidad, me lo pide el cuerpo, la mente, el organismo completo en armonía se confabula para usar mi mano derecha de manera efectiva junto a un lapicero y un papel, escribiendo, y lograr deshacerse de todo eso que eventualmente me matará, así el bus en el que vaya intente impedirlo.
Es un sueño, lo sé, pero quiero seguir soñando, es más divertido que vivir, y además… es gratis.
1 comentario:
Como psicodélica la entrada...
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