Del gore y otros demonios

Esta entrada es la primera de una serie que tengo prevista para explicar los distintos subgéneros del cine que pueden ser clasificados en el género de Terror y/o Horror.

El gore, si, como el apellido del ex-candidato presidencial de EE.UU. Al Gore (pocos reímos al escuchar ese nombre, espero cuando terminen de leer esto también lo hagan, es divertido!) es un subgénero de cine que se centra en mostrar de forma explícita y extendida escenas violentas y sangrientas; decapitaciones, mutilaciones de todo tipo, sangre, vísceras, carne y sesos por doquier, generalmente las películas pertenecientes a este género no tienen un argumento muy fuerte y algunas se esmeran más en que los efectos especiales se vean realistas que en la trama o argumento. Al cine gore también se le conoce como “Splatter” y en algunos casos como “Splatstick” que explicaré más adelante.
El comienzo del gore fue con el clásico de culto “Blood Feast” del director Herschell Gordon Lewis, en 1960, a pesar de que antes en el cine se habían visto escenas gore (muy pocas realmente), esta fue la primera película en centrarse en este tipo de escenas, y con la llegada del cine a color, aprovecharon para mostrar una sangre, que aunque más roja que la natural, no se ve tan irreal como en otras películas que vendrían después. “Blood Feast” es pésimamente actuada, con un argumento que raya en lo ridículo, pero con unas escenas divertidas y bien hechas para la época, y que influyeron notablemente en el cine, convirtiéndola en la primera película gore, por lo cual se le respeta.
En adelante el cine gore fue cogiendo más fuerza, en Italia comenzó el apogeo del cine giallo (explicaré que es el giallo en otra entrada), y algunos directores de renombre como Lucio Fulci hicieron grandes películas con alto y muy buen contenido gore, este director en particular, con una pasión extraña por la extracción de los ojos, lograba unos grandiosos efectos, pero cuando hacía lo mismo tres veces en una película perdía la gracia, esto pasó en “City of The Living Dead” (Título original: Paura nella città dei morti viventi) con la extirpación de sesos por parte de los zombies, sucede tanto en la película que al final ya no es divertido, pero no deja de ser un buen exponente del género. Escenas muy recordadas de películas de este director (haré una entrada después sólo para él): una mujer vomitando todas sus entrañas (simpatiquísima escena), su obsesión por la extracción de globos oculares en las películas “The Beyond” (E tu vivrai nel terrore - L'aldilà) y “Zombie 2”, tarántulas comiéndose vivo un hombre (y claro una araña se le come un ojo!... Fulci, Fulci... estaba loco el pobre), y así podría seguir nombrándolas, pero ya hablaré de él en un futuro.
Otro exponente, un genio completo, el creador del concepto del zombie, el director de las mejores películas del género zombie, George A. Romero, director de la trilogía de zombies compuesta por: “Night of the Living Dead”, “Dawn of the Dead” (Nota: por favor los que vieron el remake que salió en el 2004, estoy hablando de Dawn of the Dead la original de 1978, la mejor película de zombies jamás hecha, si lo dudan véanla, y maldigan al director del remake, que por algún capricho sin sentido, puso a los zombies a correr!, los zombies no corren! están muertos! el rigor mortis persiste! es imposible que lo hagan, así que por respeto al género y a los zombies mismos, eviten ver películas donde estos corran, gracias.) y la tercera entrega “Day of the Dead”, pretende seguir con una segunda trilogía compuesta por “Land of the Dead” salida en el 2005, y otras dos aún por confirmar, convirtiéndose asi en el “Star Wars” de los zombies!!!. Sobre este director y el género zombie hablaré después que hay mucho por contar. Su relación con el gore, está sin duda ligada a un maestro del maquillaje, director del remake de 1990 de “Night of the Living Dead”, que para ser un remake puede igualar y hasta superar la versión original, este señor, llamado Tom Savini, es todo un maestro del gore, creador de efectos de muchísimas películas entre ellas Friday the 13th, Creepshow, Day of the Dead, Dawn of the Dead, entre otras.
En los años 80 llegó una joya del género llamada “Evil Dead” del director Sam Raimi, una película que partiría la historia del género en dos, acá es donde hablo del “Splatstick”, cine gore que va ligado de la comedia, esta película tuvo una excelente aceptación, es entretenida, grotesca, y tiene tanto efectos buenísimos con pésimos (vale la pena destacar el lápiz enterrado en el tobillo, duele de verdad!!!, también la escena en la que Scott descuartiza a su novia con un hacha es clásica!) esta película y sus dos secuelas “The Evil Dead II” y “Army of Darkness” (más comedia que cualquier otra cosa), hacen parte de los clásicos imprescindibles del género.

En 1985 aparecería una película japonesa, que daría mucho de que hablar por su realismo, hasta se pensó que era una película Snuff, llamada “Guinea Pig - Flowers of Flesh and Blood” (Titulo original: Za ginipiggu 2: Chiniku no hana), excelentísimo gore, muy real, tanto que el reconocido actor Charlie Sheen quedó impresionado cuando la vió y llamó al FBI por que juraba que en la cinta asesinaban a la protagonista de verdad, después de investigar un poco confirmaron que sólo era ficción. El cine oriental no es mi fuerte y tampoco me gusta mucho, a pesar de que manejan muy bien el gore, de hecho, son todos unos expertos en el tema, pero en cuanto a trama suelen recaer en el mismo esquema.
En 1987 llegaría una película que para mucha gente puede resultar desconocida, y se sorprenderían después de verla, sabiendo que el director es el mismísimo Peter Jackson, el director de la trilogía de “The Lord of the Rings”, cuando era joven y aún vivía en su natal Nueva Zelanda, su sueño más grande era ser director de cine gore, y nos regaló su joya “Bad Taste”, una película que como el nombre lo indica, de muy mal gusto!, pero extremadamente entretenida, con gore por doquier! una trama chistosísima, y con la actuación del mismo director, recomendada para amantes del género. Pero sin duda el legado del simpático Peter Jackson sería mucho mayor, cuando en 1992 tocara fondo con la película más gore de la historia del cine llamada “Braindead”, también conocida como “Dead Alive”, nunca antes se había visto que se pudiera llenar de vísceras la pantalla, mutilar cuanto ser apareciera en frente y mantenernos muertos de risa al tiempo, en esta película el humor se maneja de una manera excepcional, y sin darnos cuenta de un momento a otro estamos viendo una película llena de sangre, extremidades, fluidos varios, carne, vísceras y cuanto miembro se le atraviese a una cortadora de césped, no podrán contener la risa ante el niño zombie hijo de una enfermera zombie y un cura zombie, véanla, valdrá la pena. Para mí, la mejor película de Peter Jackson por encima de la trilogía aquella, digna de ver, y aunque no parezca con lo poco que he dicho, tiene todos los elementos: trama, actuación, excelentes efectos especiales, lo más gore de lo gore, humor a montones, que hacen que no queramos dejar de reír y disfrutar de la sangre derramada en pro del humor y del buen cine.
En la década siguiente no sería mucho lo que se podría rescatar, a finales de los 90´s el género del terror sufrió una terrible recaída, que hasta hoy persiste con la moda absurda de hacer remakes de clásicos de antaño, y de copiar las mismas tramas de siempre del cine japonés, con pésimas direcciones americanas. Sin embargo podemos ver buenas películas gore como “Final Destination” la 1 y la 2 (muy buenas escenas gore si dan con la versión uncut, la versión de TV está muy recortada y no dejan apreciar nada), la ya mencionada vuelta al género de George A. Romero con su “Land of the Dead”, y las películas del presumido de Quentin Tarantino como “Kill Bill”, son perfectos ejemplos de lo que pasa hoy en el mundo del gore.

Hasta aquí por hoy, próxima entrega: “Giallo, el terror visto desde Italia”